Sé que no es fácil muchas veces, pero poner límites hace parte de un proceso por el que todos debemos pasar en algún momento. Solo quiero recordarte que en este mundo espiritual siempre nos dicen que las personas que están a tu alrededor son un espejo tuyo; por lo tanto, puedes/debes trabajar o mejorar algo que está dentro de ti. Pues hoy te quiero decir que no, no todo lo que recibimos es una proyección de nosotros; algunas veces llegan a nuestro camino personas heridas y tristes, que solo quieren lastimar y hundir a los demás sin ninguna razón. Ahora, debes entender que por mucho que quieras no todas las personas que están a tu alrededor van a dar lo bonito que tu das; es decir: no todos te van a respetar, no van a entender tus sentimientos/emociones y tampoco te van a ayudar a ser mejor persona.
En otras palabras, en el momento en que tú te sientas maltratado, como por ejemplo cuando te tratan con desprecio o te hagan sentir menos, cuando hagan comentarios fuera de tono… es una muy buena razón para decir ¡basta!, no compro tus groserías, tus malos tratos. En consecuencia, abres la puerta y te alejas porque también es una opción y muy válida.
También quiero que aceptes esto: No necesitas saber el por qué de todo y no siempre vas a tener explicación de lo que pasa; en este caso deja ir y abre paso a algo mejor como por ejemplo el amor propio.

Para finalizar recuerda que cuando te encuentres en el camino personas tan “especiales” que solo quieren disminuirte, que te insultan y te tratan mal y/o quieren hacerte sentir culpable de cosas que no tienen sentido… puedes irte.
Eso es todo. Sin tanto drama, sin culpar a nadie, sin buscar razones lógicas, sin dar explicaciones (porque la otra persona puede que ni le importe o simplemente no las merezca). Tú solo di: Chao. Hasta aquí llegué. ¡ME VOY!

Totalmente de acuerdo!